Existe la tendencia a pensar que la orientación vocacional solo se aplica en los tres (3) últimos años de colegio, lo que es un gran error, pues es en ese momento que inicia la construcción de un proyecto de vida a partir de la elección de carrera.
La Orientación vocacional debería comenzar a forjarse desde los primeros años de vida, desarrollándose a lo largo de toda la existencia de la persona, con el acompañamiento y orientación especializada y la participación de educadores y padres.
Un niño desde su primera infancia manifiesta sus intereses, y es muy importante hacer uso de la observación en el juego. Es mediante el juego que se descubren sus gustos, habilidades y la forma de relacionarse con los demás.
Por ejemplo, algunos se inclinan más a construir cosas, otros optan por juegos relacionados con los deportes, otros rompen cosas e investigan. Son este tipo de actividades las que nos van a permitir observar y distinguir con más detalle las preferencias y destrezas de los niños para luego buscar potenciarlas.